Suecia, Dinamarca, Alemania, la Unión Europea (UE) y la OTAN creen que las cuatro fugas detectadas en los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 son causa de un “acto intencionado” y de un “sabotaje”. Sin embargo, habrá que esperar un tiempo para confirmar esas sospechas.
Rusia por su parte califica de “tontas y absurdas” las acusaciones europeas de que el Kremlin podría estar detrás de estos sabotajes en los dos gasoductos que atraviesan el mar Báltico.
Según los primeros cálculos, la fuga masiva del gas metano almacenado equivale en términos de contaminación a las emisiones de dos millones de coches de gasolina durante todo un año. los daños en los gasoductos no podrán repararse rápidamente y las aguas marinas se filtrarán en las tuberías, lo que provocará una corrosión irreversible.
La Agencia de Energía de Dinamarca cree que más de la mitad del gas almacenado en las tuberías del Nord Stream ya ha salido al mar. El organismo danés prevé que, a este ritmo, la infraestructura esté completamente vacía en pocos días.
La Unión Europea (UE) advirtió también el pasado miércoles 28 de septiembre, que reaccionará con una “respuesta fuerte y unida” ante cualquier “interrupción deliberada de la infraestructura energética europea”, tras las fugas detectadas en aguas del Báltico.
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