Varios migrantes de la caravana huyen del gas lanzado por la Policía de EEUU en la frontera. / REUTERS (FOTO)
Las autoridades de México informaron el domingo de que deportarán a unos 500 migrantes centroamericanos de la caravana que trataron de entrar en Estados Unidos “de forma violenta”, según indicó la Secretaría de Gobernación mexicana en un comunicado. El Gobierno además ha asegurado que ha logrado recuperar el control de la zona fronteriza con Estados Unidos. “A través del Instituto Nacional de Migración (INM) se procederá a deportar inmediatamente a las personas plenamente identificadas que participaron en estos hechos violentos”, indicó la SEGOB.
Los migrantes, que han recorrido miles de kilómetros para llegar a EEUU, se lanzaron el domingo sobre la valla fronteriza que divide a México de Estados Unidos en Tijuana pero desistieron de cruzar al ser alcanzados por gases lacrimógenos desde el norte, al tiempo que los estadounidenses cerraron la frontera.
Tras el intento, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ha cerrado al tráfico el paso fronterizo de San Ysidro que comunica San Diego, en California, con Tijuana, en México. El paso está cerrado en ambas direcciones en este punto, uno de los más transitados de la veintena de accesos entre ambos países y donde se encuentran cientos de migrantes que pretenden pedir asilo en Estados Unidos.
“Estamos dispuestos a dejar aquí la vida con tal de pasar”, dijo a Afp Mario López, un hondureño que empujaba a su hija de tres años a través de un agujero del muro fronterizo a ras de terreno durante la intentona. La niña, que había perdido sus sandalias en la estampida, se arrastraba por la tierra para pasar al otro lado.
Con dificultades para respirar, muchos recularon e incluso una mujer cayó del muro y se desmayó. “Nos van a matar!”, gritaba otra mujer tratando de recoger a la desmayada.
La multitud trataba de protegerse de los gases cubriéndose el rostro mientras que las madres auxiliaban a los niños. La muchedumbre se arremolinaba sobre la línea fronteriza, empujándose entre ellos, en medio de gritos y llantos de los menores.
“¿Ya estamos en Estados Unidos?”, preguntaron con desesperación migrantes mientras esperaban cruzar la doble valla fronteriza que separa la ciudad mexicana de Tijuana de la estadounidense San Diego.
Desde México se escuchaban el resonar de las sirenas de la patrullas fronteriza estadounidense que recorrían hacían recorridos levantando una nube de tierra en esta desértica zona.
Un equipo de la Afp constató que un grupo numeroso consiguió cruzar hasta un primer muro y trataron de cruzar el segundo, cubierto con púas, para lanzarse a Estados Unidos, donde agentes de la patrulla fronteriza se movilizaban.
Otro periodista observó que un puñado de centroamericanos consiguieron por momentos cruzar hacia territorio estadounidenses, pero se regresaron cuando guardias fronterizos estadounidenses empezaron a lanzar gases lacrimógenos.
Con los gases y los helicópteros sobrevolando a baja altura, los migrantes empezaron a replegarse aunque seguían sobre la línea fronteriza.
Junto al muro de lado mexicano quedaron esparcidas ropa, cobijas y algunos objetos personales que los migrantes abandonaron para poder escalar el muro hacia Estados Unidos.
Las autoridades mexicanas aseguraron sin embargo que no han recibido reportes de personas lesionadas en medio del tumulto que se vivió en la frontera.
La gigantesca caravana de migrantes, la mayoría hondureños, llegó a sumar unas 7.000 personas, de las cuales unas 5.000 han llegado hasta Tijuana.
El presidente estadounidense Donald Trump ha advertido que no permitirá que pidan refugio quienes crucen de manera ilegal y ha amenazado con cerrar los más de 3.200 km de frontera con México.
En un tuit lanzado esta mañana, Trump pide a México que deporte a los migrantes, “muchos de ellos criminales”, o cerrará la frontera de manera permanente “si fuera necesario”.
Autor: El mundo
https://www.elmundo.es/internacional/2018/11/25/5bfb0175ca4741c53a8b4599.html